domingo, 13 de septiembre de 2009

Un dolor (no tan oculto)

Soy feliz, pero la tristeza se ha hecho un poderoso hueco en mi corazón que no me deja sonreir del todo.
Tengo muchas cosas buenas en mi vida, una mujer maravillosa con la que me despierto cada mañana y que me da motivos para sentirme dichosa, buenos amigos, trabajo y mucho deporte en la tv.
Pero mi teléfono no suena y si lo hace es cualquier persona excepto ella, excepto mi madre. No me gusta pensar en ello, pero es que en ese aspecto me siento muy sola, me siento abandonada, carente del calor del que siempre disfruté a su lado... hasta que supo que quería ser yo misma, hasta que se enteró de que soy lesbiana.
A veces por las noches me despierto sobresaltada, acosada por pesadillas que me recuerdan el amor/odio que siento por tantos años de desoladora indiferencia, de sus lágrimas y reproches y de mi incapacidad por encontrar una salida en la que tenga cabida ella y sus homófobas ideas.
En mi presente y en mi futuro ella no tiene cabida, pues no acepta la realidad, la verdad de mi corazón. Y para qué nos vamos a engañar, su chantaje hace mella, pero no estoy dispuesta a destruirme a su lado, prefiero vivir cargando con la pesadumbre de saber que mi madre no quiere estar a mi lado, que dejar de ser yo misma.

8 comentarios:

LA DESGRACIÁ dijo...

Qué difícil hacen las cosas algunas personas...

Ánimo!

bss

Mariquilla Arremete dijo...

Todos tenemos un peso que llevar día a día.Os profesáis un amor inmenso que ya quisieran muchas personas tenerlo.Eso es lo que cuenta.

Os felicito por ello.

Anónimo dijo...

A pesar de que tu vida no pueda ser de color rosa, mira al futuro con esperanza porque aunque pienses que nunca va a pasar seguramente tu madre algún día (tarde o temprano) recapacitara y te aceptará tal y como tú eres.
Te he conocido poco pero se que eres una gran persona.
besos.

Hei Jei dijo...

qué duro! mucho ánimo.

yo tb creo que has tomado la decisión correcta.

buen finde :)

ALEX B. dijo...

Nada es eterno,pero de lo más perdurable que hay es el amor de una madre.Todo lleva su tiempo y aunque ella no se ponga en tu lugar intenta ponerte tu en el suyo.
(Perdón por la intromisión pero tenía que escribir algo ante esa tristeza).
bs

Saltinbanqui dijo...

Animo.

:(

Anónimo dijo...

Pues no lo comprendo. Soy madre y no podría soportar una situación así. Imagino que estará sufriendo muchísimo por ti, tanto como tú. Una lucha interna entre todo lo que le enseñaron y sus verdaderos sentimientos, que hacia una hija son siempre de amor. No la culpo a ella, culpo a la sociedad que nos hace vícimas a todos.Tarde o temprano se dará cuenta de su error.Ánimo y fuerza. La educación que se vivió aquí fue más fuerte de lo que creemos, y cada uno lo hemos pagado de una forma diferente.

toatoa dijo...

Muchas gracias por los ánimos... a veces los días se hacen especialmente duros.
Besos a tod@s