lunes, 31 de agosto de 2009

Un sentimiento, un todo

¿Qué es lo que has hecho conmigo? ¿Por qué puedo ver la luz que emana de cada poro de tu cuerpo? ¿Qué sentido tiene alzar mis pies del suelo?, ¿acaso disfrutas viéndome volar?
Estas y otras preguntas deambulan por mi mente, pasan fugaces en los destellos de mis ojos cuando te miro, cuando te deseo, cuando te recuerdo. Siento el aroma de tu piel aún cuando estás lejos, impregnado en cualquier rincón de la cama, en la taza de café humeante, en las tardes soleadas y en las mañanas frías. Escucho cómo tus pasos se van acercando lentamente a mí y tiemblo de emoción, de ansia por volver a verte, aunque siempre te tenga delante, grabada en mis pupilas.
¿Acaso hechizaste mi espiritu con tu voz celestial, aquella tarde de septiembre? ¿Tan fuertes resultaron tus cantos de sirena sobre mi endeble resistencia? ¿o es que no había remedio, y tenía que enamorarme irremediablemente de ti?
Tus brazos me rodean y siento el calor de tu cuerpo pegado a la espalda. Me estremezco y casi te siento ronronear como un gato. Tus besos húmedos comienzan a resbalar por mi cuello, saciando dulcemente el anhelo que vive perenne en mí desde que llegaste a mi vida. Finalmente giro lo suficiente la cabeza para encontrar con mis ojos tu mirada cautivadora y veo reflejada en ellos la verdad de tu corazón.
Ya no hay más preguntas, tú las respondistes todas, una vez más, siempre.

4 comentarios:

malena dijo...

Me he quedado sin saber que decir.
Me alegra que puedas ver con tanta claridad lo que siento por tí y sí, disfruto mucho viéndote volar.

helen dijo...

probablemente irremediablemente tenía que ocurrir...
¡enhorabuena tortolitas!
disfruta de ello... y sé feliz ;)

besiños

Hei Jei dijo...

ay qué bonito, joder! (perdón por el vocabulario :S)

besos a las dos

Anónimo dijo...

Sin palabras............. genial, quizás. :)