miércoles, 14 de julio de 2010
jueves, 8 de julio de 2010
España en la final del mundial
Para no ser diferente al 90% de los españoles, voy a hablar de fútbol y de nuestra selección. Esta selección que nos está haciendo felices, que está corroborando la línea ascendente sobre la que camina el deporte español.
Está claro que la victoria de la Eurocopa, hace dos años, nos quitó el polvo añejo de menosprecio hacia lo español y eliminó de nuestro vocabulario la frase típica de "nos quedaremos en cuartos". Pero no nos engañemos, ésto es sólo la consecuencia del cambio de mentalidad, de cómo la juventud española no sólo cree que somos competitivos, sino que además lo demostramos, sin la frustrante sensación de inferioridad con respecto a países como Alemania o Inglaterra. No, ahora ganamos Eurocopas, tenemos a Nadal como número uno del tenis, tenemos una selección vencedora de europeos y mundiales en baloncesto, tenemos a Pau Gasol ganando el segundo anillo consecutivo de la NBA, a Marta Domínguez siendo el terror de las atletas de medio fondo y Fernando Alonso a los mandos de un Ferrari. Así podría escribir decenas de líneas, enumerando las maravillas del deporte español, del verdadero significado del nombre que tenemos internacional, "la Furia".
Otra circunstancia que me agrada y que está sucendiendo es la unidad de prácticamente todo el pais tras "la roja". Habrá fachas que no sean de la roja por el color e independentistas que hayan pasado una mala noche porque España ha ganado, pero la realidad es que desde Tarragona hasta Huelva, desde A Coruña hasta Murcia, los españoles han tomado las fuentes, las calles y han acabado con las banderas de las tiendas para ondearlas, orgullosos, desde la ventana de sus casas.
Casillas (creciéndose aún más en los momentos clave con paradas imposibles), Capdevila (luchando por su banda con criterio, defendiendo sin tacha alguna), Piqué (cortando todos los balones que haya que cortar), Puyol (ole Puyi, el pulmón de España, el toro bravo), Sergio Ramos (otra MotoGP, se ha salido en el mundial), Xavi (el cerebro de nuestra selección), Xabi Alonso (el que reparte la pana, el ejecutor de los disparos desde fuera del área), Busquets (tu padre debe estar orgulloso, eres un ejemplo de sacrificio en el campo), Pedro (te lo mereces, has tenido el desparpajo de tu edad y has luchado como el que más), Villa (villa villa villa, villa maravilla... eres un crack, un killer del área) e Iniesta (el cádilac de los jugadores de fútbol, capaz de todo). Y todos los que se quedaron en el banquillo, Torres, Silva, Llorente y compañía, que con vuestro apoyo y empuje habéis hecho que todos estemos orgullosos de vosotros, de ser españoles, de unirnos en hermandad bajo unos mismos colores y una misma bandera, para enterrar viejas rencillas y abrazarnos en esta celebración tan especial.
Os voy a dejar la celebración del gol de Carrusel. De verdad que pone la piel de gallina.
Está claro que la victoria de la Eurocopa, hace dos años, nos quitó el polvo añejo de menosprecio hacia lo español y eliminó de nuestro vocabulario la frase típica de "nos quedaremos en cuartos". Pero no nos engañemos, ésto es sólo la consecuencia del cambio de mentalidad, de cómo la juventud española no sólo cree que somos competitivos, sino que además lo demostramos, sin la frustrante sensación de inferioridad con respecto a países como Alemania o Inglaterra. No, ahora ganamos Eurocopas, tenemos a Nadal como número uno del tenis, tenemos una selección vencedora de europeos y mundiales en baloncesto, tenemos a Pau Gasol ganando el segundo anillo consecutivo de la NBA, a Marta Domínguez siendo el terror de las atletas de medio fondo y Fernando Alonso a los mandos de un Ferrari. Así podría escribir decenas de líneas, enumerando las maravillas del deporte español, del verdadero significado del nombre que tenemos internacional, "la Furia".
Otra circunstancia que me agrada y que está sucendiendo es la unidad de prácticamente todo el pais tras "la roja". Habrá fachas que no sean de la roja por el color e independentistas que hayan pasado una mala noche porque España ha ganado, pero la realidad es que desde Tarragona hasta Huelva, desde A Coruña hasta Murcia, los españoles han tomado las fuentes, las calles y han acabado con las banderas de las tiendas para ondearlas, orgullosos, desde la ventana de sus casas.
Casillas (creciéndose aún más en los momentos clave con paradas imposibles), Capdevila (luchando por su banda con criterio, defendiendo sin tacha alguna), Piqué (cortando todos los balones que haya que cortar), Puyol (ole Puyi, el pulmón de España, el toro bravo), Sergio Ramos (otra MotoGP, se ha salido en el mundial), Xavi (el cerebro de nuestra selección), Xabi Alonso (el que reparte la pana, el ejecutor de los disparos desde fuera del área), Busquets (tu padre debe estar orgulloso, eres un ejemplo de sacrificio en el campo), Pedro (te lo mereces, has tenido el desparpajo de tu edad y has luchado como el que más), Villa (villa villa villa, villa maravilla... eres un crack, un killer del área) e Iniesta (el cádilac de los jugadores de fútbol, capaz de todo). Y todos los que se quedaron en el banquillo, Torres, Silva, Llorente y compañía, que con vuestro apoyo y empuje habéis hecho que todos estemos orgullosos de vosotros, de ser españoles, de unirnos en hermandad bajo unos mismos colores y una misma bandera, para enterrar viejas rencillas y abrazarnos en esta celebración tan especial.
Os voy a dejar la celebración del gol de Carrusel. De verdad que pone la piel de gallina.
El domingo jugamos nuestra primera final de un Mundial de fútbol... ¡¡¡Vamos a hacer naranjada!!!!
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